11 / jueves - agosto de 2016

Semana 32. 224/142
Clara.

Los druidas abominaban de la escritura. Consideraban que al poner sus secretos por escrito quedaban al alcance de todos. En cambio, al memorizarlos se convertían en parte de uno mismo. Tenían a la memoria como uno de los puntales de la sabiduría y un don de los dioses que era menester cultivar. Consecuentes con esto, hacían memorizar a sus discípulos innumerables letanías y cantos que contenían su sabiduría ancestral en forma de leyendas y mitos. De la misma forma los instruían en otros aspectos de su oficio, como la justicia, el calendario y la adivinación. Después de 20 años de memorizar, los discípulos habían absorbido un enorme cuerpo doctrinario que les permitía ejercer sus tareas como druidas.
.- Todos los capítulos de Tantos hombres y tan poco tiempo