Celestino.
En la Antigua Roma, los hombres se afeitaban la cara como expresión de refinamiento y de cultura avanzada, diferenciándose de los "bárbaros". Desde entonces, las modas han recurrido a bigotes y barbas según las épocas, aunque durante el siglo XIX eran adornos exclusivos de los militares y estaban prohibidos a los civiles..- Todos los capítulos de Tantos hombres y tan poco tiempo