Semana 2. 13/352
Hilario.
Emil Jellinek encargó a la empresa Deimler un coche que superase los 40 km/h para vencer en las carreras con que la alta sociedad se divertía en la Costa Azul.
Cuando alguien preguntó por el nombre del coche, no supo que decir y, para ganar tiempo, llamó a su hija: "!Mercedes"!.
Los que lo oyeron creyeron que era el nombre del coche y él, encantado, no deshizo el feliz malentendido.
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