7 / domingo - marzo de 2010

Semana 9. 66/299
Perpetua. Felicidad.

Su frasco es idéntico al tapón de una botella de champán. Su aroma ha ganado premios. Pero su nombre nació para librar, perdiendo, batallas legales. Porque Champagne era y es título de denominación de origen, y los fabricantes se pusieron como hienas cuando a Yves Saint Laurent se le ocurrió llamar así a su perfume. Se lo prohibieron. Este final de año, se rebautiza. La misma fórmula, la misma fragancia, el mismo envase... diferente nombre -Yvresse, algo así como borrachera o colocón- y una apostilla "perfume de fiesta". En España, todavía se sigue vendiendo el primitivo.

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