Lucas.
Oscar Wilde sostenía que muy pocos escuchan atentamente a su interlocutor. Para demostrarlo a un amigo, acudió con él a una fiesta. Cuando la anfitriona le preguntó el motivo de su tardanza, el escritor le espetó: "Lo siento, señora, pero he tenido que asistir a mi tía, a la que maté ayer". El pasmo de su acompañante fue mayúsculo, pero este aún se sorprendió más cuando la dama respondió: "No se preocupe. Lo importante es que haya venido"..- Todos los capítulos de Tantos hombres y tan poco tiempo