27 / jueves - diciembre de 2018

Semana 52. 361/4
Juan Evangelista.

En la antigüedad se llamaban semáforos (del griego σῆμα, “señal”’, y -foro “portar”) las torres que se usaban para enviar señales —ya fuera por medio de fogatas o banderas— para comunicar avisos urgentes —sobre todo cuando se requería de ayuda de pueblos vecinos en caso de invasión enemiga o para anunciar la muerte de algún monarca en agonía.
En el siglo XIX se denominaban semáforos las estaciones portuarias que contaban con señales visuales —que se mostraban en un mástil—, para avisar de la llegada de ciertos buques o para dar a conocer avisos urgentes. Más tarde, durante ese siglo, se usó el mismo nombre para llamar a las estaciones telegráficas.
En diciembre de 1868, se instaló el primer semáforo en Londres —una columna de hierro de 6 metros de altura—, diseñado por el ingeniero ferroviario John Peake Knight. El semáforo de Knight —instalado cerca de la Cámara de los Comunes— contaba con dos «brazos» que se alzaban para indicar el sentido y el momento en que debían detenerse los vehículos y era operado por un oficial de policía que lo controlaba de forma manual. Contaba con lámparas de gas con los colores rojo y verde para que pudieran verse de noche. Las luces rojas y verdes ya se empleaban en las señales de ferrocarril, que a su vez se heredaron de las señales marítimas, en donde se usaban banderas de estos colores para evitar colisiones entre los barcos. En menos de un mes explotó el tanque de gas del mismo y mató al operario, por lo que se descartó su uso con gas. Hacia 1910, el ingeniero Earnest Sirrine adaptó el diseño de Knight y cambió el tanque de gas por una instalación eléctrica. El primero de estos modelos se instaló en Cleveland, en 1914.
El primer semáforo automático —también con luces verdes y rojas— fue patentado por William Ghiglieri en San Francisco, California, hacia 1917. En 1920, William Potts —oficial de policía de Detroit— agregó la luz ámbar intermedia para advertir del cambio de luces y así evitar muchos accidentes de tránsito que ocurrían justo en el cambio inminente de luces. Sin embargo, tuvo que esperar a que la legislación estadounidense los aprobara. Debido a la II Guerra Mundial, la producción de semáforos de tres luces para los EE.UU. se retrasó hasta finales de los años 40.
.- Todos los capítulos de Tantos hombres y tan poco tiempo.