Rosa de Lima.
La etimología de las palabras está sujeta a accidentes que las cambian para siempre. Por ejemplo cerrojo, palabra que viene del latín verruculum, el vocablo que significaba "barra de hierro". Lo natural y etimológicamente correcto es que hubiera evolucionado a verrojo, pero se contaminó por la palabra cerrar, que es al fin y al cabo para lo que se usa, y por eso decimos cerrojo y no verrojo..- Todos los capítulos de Tantos hombres y tan poco tiempo.