Frutos.
Franklin D. Roosevelt preparó un Martini seco a Stalin tras la Conferencia en Teheran de 1943. El líder soviético lo bebió de un trago y comentó que solo servía "para enfriar el estómago". Años después otro líder soviético opinó lo contrario. Nikita Jruschov, esta vez junto a Nixon, tras beber uno exclamó: "!Es la más letal de las aras estadounidenses!"..- Todos los capítulos de Tantos hombres y tan poco tiempo.