19 / miércoles - febrero de 2020

Semana 7. 50/316
Álvaro.

Esquirol tiene un significado curioso en nuestra lengua: se aplica con una connotación despectiva a los rompehuelgas, los trabajadores que se prestan a trabajar durante una huelga. Lo de curioso responde a que la palabra latina original sciurus, proveniente del griego skiouros, se refería al animal que conocemos como ardilla. En otras lenguas, el roedor recibió su nombre a partir de su etimología grecolatina y se llama en inglés squirrel; en portugués, esquilo; en catalán, esquirol; en francés, écureuil, y en italiano, scoiattolo. En español, en cambio, el vocablo latino fue desdeñado, y prevaleció una antiquísima palabra anterior a la llegada de las legiones romanas a la península ibérica: harda, que el castellano antiguo compartía con el bereber, el árabe hispánico y el vasco. Más recientemente, harda perdió la hache y se adoptó su diminutivo: ardilla. Todavía nos falta explicar por qué esquirol adquirió en español una denotación tan ajena a sus raíces etimológicas y a su significado en otras lenguas contemporáneas. A fines del siglo XIX, en un pueblo catalán llamado Santa María de Corcó, había una posada para que pernoctaran los viajeros. El establecimiento tenía una característica llamativa: en su vestíbulo había una ardilla (en catalán esquirol, como se dijo) que corría sin cesar en una jaula rotativa. La novedad adquirió fama y la posada acabó por llamarse L'Esquirol. En los mapas de comienzos del siglo XIX, el pueblo ya aparecía con su nombre cambiado por L'Esquirol. En las primeras décadas del siglo pasado, algunos pueblos cercanos a L'Esquirol contaban con fábricas textiles que se vieron afectadas por huelgas en 1902, 1908 y 1917. En las tres ocasiones, algunos habitantes de L'Esquirol se ofrecieron para trabajar en lugar de los huelguistas, por lo que unos los llamaron rompehuelgas, y otros, en forma no menos despectiva, esquiroles.
.- Todos los capítulos de Tantos hombres y tan poco tiempo.