26 / jueves - marzo de 2020

Semana 13. 86/280
Braulio.

No había terminado la II Guerra Mundial cuando aquella alianza aparentemente «antinatural» entre los países capitalistas por excelencia, los EE.UU. y el Reino Unido, baluartes del imperialismo, y el experimento marxistaleninista, la Unión Soviética, ya mostraba tensiones. El Imperio británico, en quiebra y agotado, pasaría a segundo plano, mientras que los EE. UU. y la URSS, ambas nacidas de revoluciones, con aspiraciones ideológicas universales y hasta entonces potencias continentales relativamente aisladas, tendrían que reinventarse como superpotencias globales. Con la celebración de la conferencia de Yalta se optó por suavizar tensiones, pero ninguno de los dos bloques se fiaba del otro y aunque los servicios de inteligencia trabajaban a destajo URSS fue durante algún tiempo un enigma para el espionaje estadounidense; éstos sabían tan poco de la Unión Soviética que estudiaban el orden en que los líderes aparecían en cada desfile para conocer su grado de influencia en la política.
.- Todos los capítulos de Tantos hombres y tan poco tiempo.