22 / martes - septiembre de 2020

Semana 39. 266/100
Mauricio.

Muchos pueblos -como el romano- al descubrir la seda se preguntaban de dónde venía pues no daban crédito a la suavidad y belleza de la tela. Algunos pensaron que se trataba de un producto proveniente de exóticos árboles de lana de los cuales brotaban los hilos. Sin embargo, la seda, descubrimiento chino, no es otra cosa que la "baba" o filamentos proteicos que el gusano de seda (Bombyx mori) produce para formar el capullo en el que se resguarda durante su metamorfosis. Los chinos descubrieron que los capullo de ciertas orugas podían también desenrollarse, hilarse y volverse a tejer. Cuenta la leyenda que cuando Leizu, una de las esposas del emperador, lo acompañaba en una cacería, se encontró de pronto un bosque de moreras (Morus alba) que alojaban y alimentaban a cierta variedad de gusanos. Su curiosidad la llevó a analizar cuidadosamente los capullos tejidos por estos animales, y quedó asombrada ante la delicadeza, finura y resistencia del hilo que los constituía. Así fue como Leizu empezó con la tradición de hilar estas finas hebras, ligadas desde entonces a la cultura tradicional china.
.- Todos los capítulos de Tantos hombres y tan poco tiempo.