Juan de Capistrano.
La barba ha pasado por múltiples modas a lo largo de la historia. En los primeros periodos del antíguo Egipto las mimaban y empolvaban. Pero desde el Periodo Dinástico empezaron a detestarlas, la visita al barbero se generalizó tanto que los faraones se llevaban uno a la tumba. Solo se usó una barba falsa de metal en reyes y reinas. En Mesopotamia las barbas eran cuidadas y rizadas, su longitud indicaba la posición social, y la forma la profesión de quien la llevaba. En Grecia era símbolo de virilidad y sabiduría. Solo las cortaban como duelo, incluso arancándoselas o quemándoselas. Alejandro Magno obligó a sus soldados a afeitarse para que sus adversarios no pudieran tirar de ellas. En Roma la norma era el rostro liso. El primer vello que se quitaba un joven se guardaba en una cajita y se entregaba como ofrenda a un dios. Los pueblos germánicos hacían juramento de no cortarla. Los vikingos tenían motes según la forma. Durante la Edad Media nadie se afeitaba hasta que los cruzados importaron la moda de hacerlo de tierras orientales...- Todos los capítulos de Tantos hombres y tan poco tiempo.