4 / miércoles - noviembre de 2020

Semana 45. 309/57
Carlos Borromeo.
El delfín es un cetáceo de dos y medio a tres metros de largo, que se alimenta de peces. Y curiosamente la etimología de su nombre está estrechamente vinculada a la de golfo. En efecto, golfo proviene del latín colphus, que significaba «ensenada grande» y éste, del griego colpos, que se refería al «seno de una mujer». Se desconoce cómo golfo llegó al castellano, aunque se supone que fue a través del catalán, después de haber pasado por el italiano y el francés. Al menos en España, golfo significa también «pilluelo, vagabundo», por derivación del antiguo golfín «salteador», «facineroso», «bribón». Se cree que esta denotación proviene del nombre del cetáceo que hoy conocemos como delfín, del latín delphinis, que en la Antigüedad era temido por pescadores y navegantes, por tratarse de un carnívoro que suele saltar fuera del agua en actitud que se consideraba amenazadora. Con un mayor conocimiento de este animal marino, que hoy ha conquistado fama de simpático, amable e inteligente, tales temores parecen infundados, pero lo cierto es que los antiguos equiparaban a los delfines con salteadores y los llamaban golfins, probablemente por contaminación con golfo. Esta confusión del nombre del cetáceo con el del accidente geográfico ocurrió en varios dialectos ibéricos, al punto de que en portugués la palabra para delfín es, aún hoy, golfinho.
.- Todos los capítulos de Tantos hombres y tan poco tiempo.