Cesáreo.
Los plieges y las bolsas del cerebro son una rareza biológica que solo compartimos con algunas especies, como los delfines, los elefantes o algunos primates. Es fruto de una adaptación evolutiva que permite a las especies inteligentes comprimir un montón de tejido cortical en un espacio reducido, y nos sirve para concentrar gran capacidad mental en el cráneo. El pliegue comienza al cuarto mes del embarazo, creando giros y surcos, pero la biología que esconden estas arrugas es más extraña de lo que parece. La organización del cerebro viene determinada por complejas cascadas de señales químicas, pero su forma parece responder a los principios de la física. La materia gris se ubica en la parte exterior del cerebro y, con el desarrollo, su incremento deja atrás el crecimiento de la materia blanca que hay debajo. Esto ejerce una presión mecánica sobre la estructura, que la fuerza a plegarse.- Todos los capítulos de Tantos hombres y tan poco tiempo.