28 / domingo - febrero de 2021

Semana 8. 59/306
Román.
En la Edad Media, si aparecía un cadáver en una población en extrañas circustancias sin que nadie pudiera identificarlo -y costear los gastos del entierro-, todo el pueblo, de manera conjunta, debía pagar una multa llamada homicidium u omecillo, recogida dentro de las leyes de la época. Por esa razón, cuando aparecía algún cuerpo sin vida que cumpliera estos requisitos, los vecinos intentaban sacar del pueblo el cadáver -muerto, generalmente de forma violenta y sin poderse descubrir el autor del delito- antes de que lo vieran las autoridades: "cargaban con el muerto" y lo dejaban en el pueblo vecino, o incluso lo tiraban al río o al mar. Fue también en esta época cuando surgió la idea de, al cerrar el ataúd, agarrar a la muñeca del difunto un hilo y pasarlo por el agujero del ataúd, para luego atarlo a una campanilla que se colocaba sobre la tierra. Si el individuo estaba vivo, solo tenía que tirara del hilo y sonaría la campanilla. Así sería desenterrado por la persona que se quedaba junto al ataúd durante unos días. De esta acción surge la expresión "salvados por la campana" que usamos hoy en día.
.- Todos los capítulos de Tantos hombres y tan poco tiempo.