Miguel. Gabriel. Rafael.
En pleno apogeo de las grandes aventuras por mar entre los siglos XVIII y XIX, los corsarios que cruzaba el peligrosísimo Cabo de Hornos, comenzaron a distinguirse del resto al lucir en señal de orgullo, un pendiente en forma de aro en una de sus orejas. A éste, podían unirse otros dos, el de los que cruzaban el Cabo de Buena Esperanza, al sur de África, y el de quienes cruzaban el de York en Oceanía ..- Todos los capítulos de Tantos hombres y tan poco tiempo.