3 / lunes - septiembre de 2018

Semana 36. 246/119
Gregorio Magno.

Tiquismiquis, término empleado por primera vez por Francisco de Quevedo en 1632, designa a esa persona quisquillosa que siempre tiene algo de qué quejarse; alguna minucia que a cualquier otra persona le da igual, el tiquismiquis la rechaza al instante. Tiene su origen en el latín medieval hispánico, por una alteración vulgar de tichi, ‘para ti’ y michi, ‘para mí’, que debido a una artificial pronunciación donde se adjudicó a la h un sonido gutural, derivó en tibi y michi, literalmente «cositas para ti y para mí». Esta apropiación puede relacionarse también con la frase latina hodie mihi, cras tibi, «hoy por ti, mañana por mí». Según el drae, se refiere a los «escrúpulos o reparos vanos o de poquísima importancia» que hace alguna persona, o a la persona que los hace. Se empleó primeramente con referencia a ciertas discusiones teológicas monacales y también alude a riñas o discusiones promovidas con muy poco motivo, pesadas o frecuentes.
.- Todos los capítulos de Tantos hombres y tan poco tiempo.