2 / martes - abril de 2019

Semana 14. 92/273
Francisco de Paula.

Un inefable (entre otras cosas) alcalde inventó el vocablo "ostentóreo" cuando fusionó ostentoso -alguien o algo de lo que se hace ostentación- y estentóreo, que, dicho de una voz o acento, significa muy fuerte, muy ruidoso. No es el único error. Es frecuente creer que lívido -palidez extrema- es libido, que define al deseo sexual. También decir que alguien enjuagó sus penas, en lugar de enjugarlas; o afirmar que una persona se destornilló de la risa, cuando el verbo correcto es desternillar: romper o romperse las ternillas.
.- Todos los capítulos de Tantos hombres y tan poco tiempo.