Merced.
Hace 5.000 años ya se aliviaban las molestias respiratorias con cataplasmas de hierbabuena y mostaza, aunque a veces provocaban ampollas y quemaduras. En 1905, y de la mano de un farmacéutico de Carolina del Norte, nacía el Vicks Vaporub, con el mismo fin que las cataplasmas, pero sin dañar al paciente. Este ungüento estaba elaborado a partir de una gelatina de petróleo (inofensiva y neutra) y mentol, un producto que, friccionando en frente y pecho, debía curar la difteria y la pulmonía. Para promocionarlo, su inventor publicó en la prensa unos cupones que podían canjearse por muestras e inició una técnica de marketing nueva en los EE.UU.: el buzoneo de anuncios a través del servicio de correos dirigido "al titular del buzón", sin más detalles..- Todos los capítulos de Tantos hombres y tan poco tiempo.